En 60 horas Alex Txikon coronó el Manaslu, la octava montaña más alta del planeta con 8163metros, junto a sus compañeros de cordada, formado por seis sherpas nepalíes, su segundo ochomil invernal, y regresaron al CB sanos y salvos, tras enfrentarse a condiciones durísimas de frío extremo.
Tras dos intentos fallidos, en las que la preparación y el esfuerzo estaba latente por igual, en esta ocasión, la montaña y las condiciones meteorólogicas fueron más favorables.
Como él relata, "ha sido una ascensión durísima, muy exigente y peligrosa, que nos ha requerido una fortaleza física y mental bestial. El monte estaba mucho más difícil y en peores condiciones de las que pensaba" ha contado Alex Txikon desde Katmandú. El frío extremo, el hielo y el virulento viento les han acompañado durante todo el trayecto. De hecho, vivieron temperaturas por debajo de los 45º, y sufrieron rachas de viento hasta los 50km por hora.
Tras unas semanas previas de aclimatación, el pasado 4 de Enero a las 8am emprendieron camino hacia el primer CB. Había una ventana de buen tiempo, estaban aclimatados y sentían que tenían una buena oportunidad de ganar altura. El siguiente tramo, fue durísimo y complicadísimo, hasta peligroso, según relata, pasaron la noche debajo de un enorme serac que no daba precisamente seguridad. El 5 de enero pusieron rumbo al C3 situado a 6950metros, valoraron la situación y sin descansar apenas, decidieron atacar cumbre y a las 9.30am la alcanzaron. Horas más tarde, a las 18h llegaron destrozados al CB.
El alpinista vasco ha hecho historia: hollar el Manaslu por primera vez en la historia de una expedición puramente invernal y sin ayuda de oxígeno artificial. Por supuesto ha tenido palabras de agradecimiento también para Simone Moro, quién decidió descender del C2 al CB para no entorpecer al grupo en el descenso.
En esta ocasión tenían claro que cuando se dieran las condiciones aprovecharían la oportunidad. La progresión fue rápida porque apenas montaron cuerdas durante la ruta. Un reto cumplido, una situación aprovechada y un trabajo en equipo de altura. Despertarse el día de reyes con esta buena noticia no pasa todos los años.
Estamos felices de haber aportado nuestro granito de arena para ver cumplido este sueño de altura. También hemos compartido cima con él, así como con el resto de patrocinadores, y eso nos enorgullece porque significa que nuestro material rinde adecuadamente a un alto nivel. Nosotros también hemos coronado otra gran cima.
Gracias por confiar en nosotros, gracias por hacernos partícipes, te acompañaremos en tu próxima aventura.